sábado, 21 de junio de 2008

Tratamientos antihistaminicos para las alergias

Los antihistamínicos son medicamentos que reciben este nombre debido a que su acción farmacológica está orientada a impedir la liberación de la histamina, uno de los primeros signos orgánicos que llevan al desencadenamiento de una reacción alérgica.


Una de las ventajas más importantes que poseen los antihistamínicos es que su modo de acción suprime la mayoría de las molestias principales de las alergias. Por este motivo, son utilizados con mucha frecuencia en los tratamientos de las afecciones respiratorias, como la rinitis. De igual manera se recurre a estos fármacos ante casos de dermatitis atópica, debido a que quitan la reacción alérgica y disminuyen el prurito en forma inmediata.


Como son los tratamientos antihistaminicos para las alergias


Existen diversos tipos de antihistamínicos, muchos de los cuales forman parte del mercado de venta libre. Si bien esto significa que se los puede conseguir sin receta en cualquier farmacia, se recomienda que la indicación de su uso y el modo de utilización surjan de la consulta con el médico, si es posible especialista en alergias. Esta medida preventiva evita cualquier riesgo vinculado con su empleo. Se los puede encontrar en las siguientes presen­taciones: crema, gel o pomada, para aplicación cutánea; o en pastillas y jarabes para aplicación oral.


Asimismo, también existen en el mercado medica­mentos de efecto antihistamínico que se venden exclu­sivamente bajo prescripción médica. Se trata de aquellos elaborados a base de triprolidina, con o sin cortisona, y con prometasina, que son principios activos de acción mucho más agresiva para el organismo.

jueves, 19 de junio de 2008

Remedios caseros para las alergias

Hay toda una serie de síntomas que indican que la piel ha estado expues­ta a alguna sustancia química, o el aparato respiratorio a partículas de polvo o polen, o el sistema digestivo a algún alimento específico.


Son éstos los llamados elementos alergénicos, de los cuales debemos apartarnos para evitar (o controlar) la situación de alergia. Desde luego, la alergia es causada por una reacción excesiva del sistema inmunológico del organismo, que reconoce a esos elementos alergénicos como micro-organismos invasores del cuerpo, e inmediatamente forma anti­cuerpos y activa a los glóbulos blancos para que actúen, neutralizándolos.


REMEDIOS CASEROS PARA CURARSE DE LAS ALERGIAS


- Por supuesto, evite el contacto con los elementos que puedan causar su alergia, ya sea un alimento determinado, el polvo, o el polen. En el sistema respiratorio las alergias se manifiestan por medio de la secreción nasal y la coriza; en el sistema digestivo, casi siempre en la forma de brotes e inflamación en la piel. Tome en consideración que muchos ataques de asma son provocados precisamente por una aler­gia.


- Si es posible, mantenga un aire acondicionado en su casa, ya que el mismo filtra muchos de los elementos que nos provocan las alergias (en el sistema respiratorio).


- Asimismo, siempre que pueda use una máscara para protegerse del polvo.


- Cubra los colchones con plásticos para aislarlos del polvo. Desde luego, para el tratamiento de las alergias todos los depura­tivos y suavizantes son efectivos, especialmente el ajo, la Celedonia, el tilo y la salvia.


- Prepare una infusión con albahaca, anís, romero, tomillo y verbe­na (1 cucharadita de cada uno, por 2 tazas de agua). Beba 1 ó 2 tazas al día.


- Si la alergia se manifiesta en forma de brote en la piel, puede preparar una infusión con 2 cabezas de ajos, 1 cucharada de hojas de salvia, y 2 cucharadas de tilo (en 1 litro de agua). Use esta infusión externa­mente; dos baños al día con esta solución puede aliviar el brote. Tome antihistamínicos de venta libre en las farmacias (es recomendable, no obstante, que consulte antes con su médico).

Vacunas para las alergias

Siempre de acuerdo al grado de alergia que pre­sente cada persona, y a la decisión conjunta del especialista y el paciente acerca de las formas de tratamientos a seguir, una opción de eficacia es la inmunoterapia, que actúa a través de la aplicación de vacunas, consistentes en dosis graduales del alérgeno en cuestión, hasta lograr la inmunidad del afectado.

Como trabajan las vacunas para las alergias

La inmunoterapia, o las comúnmente llamadas vacunas de alergia, es la administración gradual al paciente de una sustancia alérgica en cantidades crecientes al pa­ciente, durante varios años. Este proceso tiene como ob­jetivo la reducción de los síntomas que pueden presen­tarse después de la exposición al alérgeno.


Se ha comprobado que la producción de anticuerpos protectores (similares a los que se producen en respuesta a la inyección de tétanos) puede jugar un papel en los re­sultados benéficos del tratamiento de inyección de alér­geno. También se producen cambios que se manifiestan en el sistema inmune celular que regulan los fenómenos de la alergia, principalmente, los linfocitos T.

jueves, 12 de junio de 2008

La alimentacion de los alergicos

Las alergias alimentarias pueden originarse con diversos alimentos y dependen de la predisposi­ción particular de las personas.


Bien sabe aquel que alguna vez experimentó una reacción alérgica de tipo alimentaria, los síntomas que ha debido padecer: sensación de picor, tal vez enrojecimiento de alguna parte de cuerpo, aparición de dolorosas y afiebradas ampollas en los labios, por mencionar sólo algunos de los variados malestares que puede causar, por ejemplo, un simple tomate.


Como es la alimentacion de los alergicos


El listado que sigue enumera los alérgenos más comu­nes, dentro de la gran familia de los alimentos.



  • Pescado

  • Tomate

  • Chocolate

  • Frituras

  • Picantes

  • Lácteos

  • Fiambres y embutidos

  • Huevo

  • Aliáceos (cebolla, ají y ajo)


Cuando existe la sospecha de estar enfrentando un caso de reacción alérgica, en principio, hay que detectar cuál es el alimento causante, tratando de incorporar los catalogados como alérgenos por separado.


De este modo podrá identificar cuál es el que está provocando sus ma­lestares, ya que en ocasiones puede ser uno o varios los alimentos que desencadenen la alergia.